lunes, 1 de agosto de 2011

Badoo

Les cuento la historia de cómo llegó Badoo a nuestras vidas.


Para comenzar tengo que contar que nunca me gustaron los animales. Jamás fui partidaria de tener animales en casa, lo máximo que permití fue una tortuga (hace 10 años vive en nuestro jardín).  A mi esposo Guillermo le encantan los perros, pero conociéndome jamás intentó traer alguno a la casa.  Mis hijos algunas veces lo pidieron y ya sabían mi respuesta:  NOOOOOOOOO!.  Asumieron totalmente que a mamá no le gustan los perros y que no tendríamos ninguno en casa.

Hace dos meses y medio más o menos tuve una reunión por la noche en casa de una mamá del colegio de mis hijos. Teníamos que trabajar en la organización de la kermesse del colegio. Mientras esperábamos a las demás integrantes del grupo pasamos a su terraza  y  aparecieron sus dos super perros:  una Labradora y un Golden Retriever  "gigantes". No les presté mucha atención al principio… hasta que al rato detrás de ellos aparecieron unos cachorros preciosos y fue amor a primera vista!!! Me enamoré del cachorro.  Eran 3 los cachorritos hermosos y al preguntar qué iba hacer con tantos perros (me imaginé que contestaría que los estaba vendiendo) contestó ¿quieres uno? los estoy regalando!!!

Inmediatamente llamé por teléfono a mi esposo y le conté. Lo único que me dijo es que yo tenía que estar segura de quererlo, que él feliz, pero que yo lo piense bien. Al final de la reunión quedamos en que al día siguiente pasaría a recogerlo, pero toda la noche lo pensé y no pude dormir pensando en los pro y contras de traer a un animalito que crecería más rápido que mis propios hijos. Al amanecer ya estaba a punto de llamar a agradecer y desistir, pero la carita del perrito la tenía grabada y me encantaba. Otra cosa que me hizo aceptar el regalo, es que mi hijo Juan Diego, el más chiquito de 4 años, estaba pasando por un momento muy difícil por la separación que tiene que pasar cada 15 días cuando papá tiene que viajar y no verlo lo afecta muchísimo. Tenía mal humor, pataletas, no quería ir al nido y un mal comportamiento en general, entonces pensé que era un buen momento para regalarle esta mascota de parte de su papi que justamente esa mañana había viajado y estaba muy triste.
No me equivoqué.... Badoo (nombre que yo le puse) ha cambiado la vida a todos.  Juan Diego ha cambiado su actitud y yo soy la mamá de Badoo. Me encargo de todo y lo hago con gusto. Me encariñé muchísimo y es mi hijo. El 15 de agosto cumple 4 meses.
 

Realmente todos los que me conocen están sorprendidísimos con este hecho y dicen que es un milagro que yo haya cambiado de opinión respecto a los perros. La verdad no es que haya cambiado porque no es que me gusten "todos" los perros…  adoro y amo a "mi perro".  Fue amor a primera vista!!!  y como anécdota les cuento que ahora cuando voy al supermercado a hacer las compras el primer pasillo que visito es el de las mascotas!!!!

Katia.




No hay comentarios: